jueves, 26 de febrero de 2015

Hipersensibilidad

Las reacciones de hipersensibilidad son respuestas inmunes exageradas a antígenos extraños inocuos que ocurren en individuos previamente sensibilizados.
Según su mecanismo de acción, las reacciones de hipersensibilidad se dividen en cuatro tipos:

Tipo I

Se denomina también hipersensibilidad inmediata o alérgia atópica. Se produce minutos después del contacto con el alérgeno. Está causada por alérgenos que a través de una respuesta TH2, inducen la síntesis de IgE. Esta inmunoglobulinase une a las células cebadas y produce la liberación de los componentes vasoactivos contenidos en los gránulos citoplásmicos de estas células. Algunos de estos componentes son quimiotácticos y otros producen vasoconstricción. Las maifestaciones clínicas de la alergia dependen de la ruta por la que se toma contacto con el alérgeno.

Tipo II 

Está causada por antígenos que se unen a las células del paciente y son reconocidos por anticuerpos IgG que activan el complemento, los fagocitos y las células k. Ejemplos de esta hipersensibilidad son las anemia hemolítica del recién nacido asociada a la incompatibilidad Rh y la anemia hemolítica tras la administración de penicilina.

Tipo III

Está causada por acumulación de complejos antígeno-anticuerpo que se depositan en las paredes vasculares, articulaciones y riñón y activan el complemento y la acción de los fagocitos y las células k. Ejemplos de esta hipersensiblidad son el pulmón de granjero, la reacción de Arthus, y las vasculitis, artritis y nefritis por inmunocomplejos.

Tipo IV

Se denomina también hipersensibilidad retarda ya que se produce 48 horas despues del contacto con el antígeno. Está causada por antígenos que inducen una respuesta TH1 que activa a los macrófagos y linfocitos Tc.


Trastornos Inmunodeficiencia

Ocurren cuando se presenta disminución o ausencia de la respuesta inmunitaria del cuerpo.

Primera

Es un estado patológico que puede presentarse en cualquier grupo de edad. A menudo el diagnóstico se retrasa, ocultándose tras una gran variedad de síntomas.
La función principal del sistema inmune es la defensa del organismo, especialmente mediante la lucha frente a las infecciones. La inmunodeficiencia puede darse cuando falla una parte del sistema inmune o su función presenta deficiencias.
La inmunodeficiencia primaria (IDP) suele ser resultado de un trastorno genético, es decir, una mutación del código genético de los componentes del sistema inmunitario. Normalmente es un desorden hereditario. Los niños nacen ya con la enfermedad aunque no se manifiesta hasta la edad adulta. Por este motivo es importante considerar la IDP como posible diagnóstico de pacientes de todas las edades: bebés, niños y adultos.

Segunda

Hay individuos que nacen con el sistema inmunitario sano pero que posteriormente se les daña. Los daños pueden deberse a malnutrición, quemaduras, exposición excesiva a los rayos X o a ciertos medicamentos inmunosupresores como los corticosteroides.
Existen también enfermedades capaces de dañar el sistema inmuni-tario. Entre ellas figuran la diabetes, la insuficiencia renal, la anemia causada por células falciformes (drepanocítica), la leucemia, el linfoma y la cirrosis del hígado (cirrosis hepática). Por ejemplo, muchos diabéticos sufren infecciones de la piel y de las vías urinarias.
Esta clase de trastornos del sistema inmunitario se conoce con el nombre de inmunodeficiencias secundarias, porque son causadas por otros trastornos. Si se trata el problema subyacente, a menudo se recupera parcial o totalmente la eficacia del sistema inmunitario.


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